La absoluta burocracia del Amor

Empiezo como siempre:

·M·: Fui a terapia ayer.
M.: Pobre mina tu psicóloga, la compadezco. Pero ya en serio. Qué te dijo?
·M·: No mucho, por lo general yo hablo y yo llego a mis propias conclusiones, ella me ayuda nada más.
M.:Ahm, y a qué conclusiones llegaste? Y de paso sobre qué tema?
·M·: Que tengo que cerrar etapas.
(ya me lo veía venir)
M.: A ver, quiénes?
·M·: Tu amiga, un amigo mío con el que ya no hablo y por más que te duela, vos.
M.: Como siempre, ·M·, hacé lo que quieras y dispongas conmigo, como  venís haciendo hasta ahora. Realmente no me importa lo que hagas, de hecho, no me importa nada ni nadie.
·M·: Dudo que sea así (y me tomó la mano).
M.: De cualquier forma, cómo vas a hacer con cada uno?
·M·: Con tu amiga, supongo que le hablaré. El tema es que no sé que decirle. Lo pensaré  le hablaré cuando esté listo. Con mi amigo, supongo que le escribiré una carta.
(silencio)
M.: Me parece perfecto, por lo menos cerrás algo en tu vida. El tema es que necesitás pagarle a una mina para que te diga que necesitás terminar con una cosa antes de empezar otra para realmente ser feliz, mientras que yo te lo vengo diciendo desde hace un año. Pero bue, escucharme nunca te salió muy bien.
·M·: No sé, es un progreso que estoy haciendo.
M.: No lo dudo. Y tengo una enorme curiosidad. La verdad no quiero escuchar la respuesta de la pregunta que te voy a hacer, pero me mata la curiosidad. Serías tan dulce de decirme como vas a hacer para deshacerte de mí, cosa que yo vengo tratando de hacer con vos desde hace mucho?
·M·: Sinceramente no sé, no tengo idea de cómo hacer eso.  Pero es a largo plazo.
M.: Ok, mientras tanto, seguiremos con esta amistad extraña. Y vos dispondrás de mí como siempre. Pero te voy a manipular todo lo que pueda  te voy a disfrutar, no me importa si te gusta o no.
·M·: No me molesta. Ya veremos que pasa.

Todo esto pasó el miércoles. En sí lo anoto/escribo para recordar cuando acabe, todo lo que fue. Aviso, probables patéticos intentos de carta para fin de año. Soy de las personas que aún creen en las cartas.
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Jueves

Hablé con alguien que hace unas cuantas décadas pasó por lo mismo que yo. Me entendió a la perfección y me dijo simplemente que tenía dos opciones. O elegir un camino "malo" (no hay mejor palabra) y terminar realmente mal, o ser fuerte y saber que tiempo después voy a poder soportarcon entereza muchas cosas que quizás otros no. Me aseguró que no era fácil, y que ella también lo había vivido. Cuando le mostré mis marcas de quemaduras y gillete, me mostró las suyas. Y entendí, que no estaba para nada sola, que iba a poder aguantar, por lo menos un tiempo más todo esto. No sé cuanto. Soy consciente de que estoy en una fina línea y que cualquier golpe brusco es un buen detonante, y todo es útil. Pero me llegó eso de "si alguien vivió algo tan similar y pudo sobrevivirlo, porqué yo no?" Y bueno, tengo algo, un  poco, una mínima pizca de esperanza de poder sobrevivir.
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Vieron ese lugar en donde uno se siente realmente libre?
Para mi es el agua. Ahí no suena el celular, no se escuchan gritos, no puedo pensar porque necesito el oxígeno para no parar... No sé, me siento libre del mundo. Ahí no está él tampoco, ni la parte buena ni la mala. Me recuerda esto último a la historia de "la fuente de la buena fortuna" de los cuentos de Beedle the Bard (por si no lo leyeron). Como ella dejaba de estar triste cuando dejaba ir en el agua del río todos los recuerdos felices de su amor perdido. Yo no tendré río para deshacerme de lo que me hace feliz, pero tengo algo de agua para ser libre, de lo que en un tiempo ya no tendré.

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Recuerdo haberme prometido hará cosa de dos años, no volver a hacerme esto. Juré no volver a enamorarme para no tener que sufrir cuando se vaya. Con la diferencia de que ahora no es el amor platónico y eterno que le tiene la nena al rockero del colegio. Es ese particular amor que le tengo y tendré al hombre que me salvó, que me tortura todos los días, que me entrega y me saca de golpe, que me cuida y que me dá los momentos más increíbles, intensos y felices de mi vida, y también los más dolorosos. Que con bajar la guardia me salva de mí misma cuando más lo necesito. Que siempre es y será mi amigo, aunque ya no lo vea. No lo tenga cerca, no pueda abrazarlo. La persona con la que hice el mayor daño que jamás me creí capaz de hacer, pero del que no me arrepiento ni por un segundo. Porque si después de eso debo morir, entonces moriré en paz.
Fragmento de lo inexplicable.
M.: Ya no quiero vivir, no hay motivos. Este dolor es insoportable, quiero morirme..
·M·: M., Te amo.
M.: (no supe que decir, porque era la primera vez que él lo decía, y se me cayó el alma al piso. Me dió un motivo para vivir, y lo selló con un beso, prohibido, absolutamente; pero increíble).
Y ahora? Qué va a pasar todo el día?
·M·: Vámonos.
M.:A dónde? Qué hago con todo?
·M·: No importa nada, vámonos lejos. Yo te voy a cuidar. (y me abrazó, para calmar la tormenta).


Sé que voy a extrañar sus abrazos, sinceros y curativos, su esencia, su calor, que me tome la mano y que me cuente de su vida, de sus vivencias extrañas y arriesgadas. Que venga de atrás y me sorprenda con sus locuras a la mañana temprano. Me dicen que el año que viene voy a ser más feliz, porque el no estará. Yo no contesto por dos motivos:
1) La primera vez que viví una separación de alguien que quise me marcó muchísimo. No sé si habrá año que viene después de esta vez, no sé si no es el golpe que necesito...
2) Aunque me haga sufrir muchísimo lo necesito y lo quiero y lo amo más que a nada en el mundo, y dudo que entiendan eso los que dicen que seré más feliz.

Odio saber tan poco de lo que me espera.


P.D.: Paz a todos gente. Sean libres y crean, espero poder hacerlo yo también.
P.D.II: El título es por algo que se me ocurrió el otro día después de cavilar muchísimo sobre como hacer ciertas cosas. En realidad, el verdadero, es " La burocracia del sexo" referido a lo que hay que esperar, y aguantar para lograr ser libre. Parece un trámite a veces la forma en la que me lo plantea. Será por eso que aún me niego? O por miedo a que ese momento culmine con la separación (y así entre nos, terminar qué si se puede saber? al final no somos nada. No quedará evidencia de estos años que lo amé, más que en mi propio cuerpo). De cualquier forma, esto de ser anarquistamente libres implica acordarse de la lista principal de reglas que se deben romper. Y no tiene mucho de libertad, sino más de burocracia, falta que me hagan firmar papeles nada más.